Preparación para Emergencias

Los eventos inesperados, como los cortes de energía, y los desastres naturales, como terremotos y huracanes, pueden ocurrir sin previo aviso. Por este motivo, es fundamental estar preparado para emergencias. La preparación para emergencias es exactamente lo que parece; implica planificar, tener suministros a la mano y saber cómo mantenerse a salvo durante una emergencia. Estar preparado para las crisis antes de que ocurran no solo puede protegerlo a usted y a sus seres queridos, sino también a las comunidades desatendidas donde los desastres pueden empeorar las desigualdades.

¿Quién puede marcar la diferencia con la preparación para emergencias?

Usted

Prepare un kit de suministros de emergencia. Estar preparado significa abastecerse de suministros. Un kit de suministros de emergencia es una colección de herramientas que pueden ayudar en caso de una emergencia. Los suministros del kit pueden incluir linternas, alimentos no perecederos, ropa adicional, un botiquín de primeros auxilios y artículos de higiene personal. También debe tener un galón de agua por persona o mascota por día, para tres días.

Tenga un plan. Cree un plan de emergencia con su familia, amistades o compañeros de hogar. Designe un lugar de reunión donde todos puedan reunirse en caso de que se separen durante una emergencia. Conozca las alertas y advertencias de emergencia locales. Practique simulacros de emergencia y memorice las rutas de evacuación.

Comunidades o Vecindarios

Organice una capacitación en caso de desastre. Las capacitaciones en casos de desastre pueden enseñar a las comunidades a prepararse y manejar las situaciones en caso de emergencias. Ofrezca su tiempo como voluntario en organizaciones locales y nacionales, como la Cruz Roja Americana, para capacitar a los miembros de la comunidad sobre cómo actuar antes, durante y después de un desastre. Ayude a las organizaciones, como las de despensas de alimentos y las guarderías, a desarrollar la capacidad y la planificación en caso de emergencias al compartir herramientas, como la capacitación virtual de preparación para desastres.

Marque las salidas de emergencia y practique simulacros de emergencia. Si hay un incendio, una inundación u otro desastre, la gente necesita saber a dónde ir. Todos los edificios públicos deben tener salidas de emergencia claramente marcadas. Las señales de ruta de evacuación también pueden advertir a las personas de los peligros que deben evitar durante las emergencias. Aliente a las escuelas y a las empresas locales a realizar simulacros de incendio o de cierre para garantizar que todos los miembros de la comunidad sepan a dónde ir durante una emergencia, incluso cuando no estén en casa.

Ciudad o Estado

Educar a los estudiantes sobre la preparación para emergencias. Los desastres pueden ser estresantes para personas de todas las edades, incluidos niños y adolescentes. Las escuelas pueden ayudar a preparar a los estudiantes para emergencias a través de oportunidades educativas, como asambleas, proyectos de clase y simulacros de preparación. Las capacitaciones se pueden adaptar para que sean apropiadas para la edad, útiles y no aterradoras. Asegurarse de que los estudiantes estén equipados para eventos inesperados puede proteger su salud mental y ayudarles a recuperarse rápidamente de las emergencias.

Pruebe regularmente las alertas de emergencia. En la mayoría de las comunidades, existen sistemas de alerta de emergencia. Todavía se usan las sirenas en muchos lugares, pero ahora también hay opciones digitales, como alertas móviles, televisión y radio. Los funcionarios de la ciudad y el estado deben probar regularmente los sistemas de alerta para garantizar que las advertencias futuras se transmitan en una emergencia real. Deben recordar a los residentes cómo se ven o suenan las alertas, y qué hacer cuando suena una alerta. Y lo que es más importante, deben considerar el uso de sistemas que proporcionen alertas multilingües y mensajes apropiados para las personas con discapacidades.

Nación

Financiar los esfuerzos de mitigación. La mitigación consiste en tomar medidas antes de que ocurra un desastre para disminuir su impacto. La asignación de fondos para la mitigación promoverá más proyectos realizados para proteger el medioambiente, como la infraestructura ecológica. El gobierno federal debe proporcionar fondos a las organizaciones locales para que trabajen en proyectos comunitarios y preparar sus áreas de mejor manera. Esto puede ayudar a reducir la carga financiera de las comunidades y hacer que el tiempo de respuesta y recuperación ante desastres sea más eficiente.

Mejorar la equidad en la recuperación ante desastres. Debido a la larga historia de racismo sistémico y ambiental de nuestra nación, las personas de grupos minoritarios raciales y étnicos son las más afectadas por los desastres. Las agencias federales deben continuar proporcionando fondos para iniciativas de emergencia, especialmente en comunidades que se ven afectadas de manera desproporcionada por los desastres. El gobierno federal debe abordar la equidad antes de que ocurran los desastres, fomentando la resiliencia e invirtiendo en las comunidades desfavorecidas.

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